Practicar actividad física de manera frecuente permite mejorar la calidad de vida, evitar ciertas enfermedades e incluso mejorar el humor, la postura y autoestima. Sin embargo, adquirir este hábito puede ser realmente difícil sin los incentivos adecuados.
Argentina es uno de los 20 países más sedentarios del mundo de acuerdo a un informe de la Organización Mundial de la Salud, que señala que el 41,6% de la población local no realiza el mínimo recomendado de actividad física. Concretamente, en el listado de 160 países, Argentina ocupa el puesto número 18.
La OMS recomienda realizar unos 150 minutos de ejercicio moderado por semana, o 75 minutos de alta intensidad. No cumplir con esta recomendación incrementa la posibilidad de padecer ciertos tipos de cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares y problemas de postura.
Por si fuera poco, el panorama de Argentina es todavía menos alentador si se considera lo informado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que señala a Argentina como uno de los países con índices de sobrepeso y obesidad más elevados de Sudamérica.
¿Qué hacer para acercar a los argentinos al deporte y evitar las consecuencias negativas de una vida sedentaria? Una de las medidas empleadas a nivel local es la de fomentar la práctica de actividad física desde la etapa escolar.
Esta es una de las medidas más recomendadas a nivel mundial, pues no solo permite combatir el sedentarismo sino que implica una larga lista de beneficios. Entre ellos, destacan los 5 que se detallan a continuación:
Genera un hábito: Permite a los estudiantes adquirir el hábito de ejercitarse desde pequeños, y extenderlo a lo largo de su vida.
Enseña a trabajar en equipo: La práctica de deportes de equipo fomenta la colaboración entre estudiantes así como el surgimiento de líderes dentro de los mismos.
Enseña a competir y fallar: Los estudiantes aprenden a dar todo de sí mismos, trabajar en grupo y fallar desde edades tempranas. Con ello desarrollan, competencias imprescindibles para el siglo XXI.
Mejora el nivel de aprendizaje: Practicar ejercicio físico de forma frecuente permite tener un mejor funcionamiento del cerebro, y con él, mejorar el nivel de aprendizaje.
Inteligencia emocional: Además de desarrollar destrezas motoras, el ejercicio en etapa escolar permite desarrollar destrezas cognitivas y afectivas esenciales para la vida en sociedad.
Excelente trabajo
ResponderBorrarBuen trabajo
ResponderBorrarMuy bonito trabajo compañero 😊✨
ResponderBorrarExcelente información muy buen contenido
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